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Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: My Inventions: Nikola Tesla's Autobiography
Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.
ISBN: 978-8539303595
Editorial: Editora Independente/Não Encontrada
Nikola Tesla es uno de los inventores más revolucionarios de toda la historia de la ciencia moderna. De hecho, sin su genialidad -demostrada, sobre todo, en la elaboración del sistema de corriente alterna- difícilmente tendríamos todos los avances de los tiempos modernos. En este microlibro verás los elementos centrales de su autobiografía y entenderás un poco más sobre los orígenes de una de las mentes más brillantes de todos los tiempos. ¿Estás listo?
Tesla quería, desde muy niño, ser ingeniero. Sin embargo, su padre, un gran erudito versado en las obras clásicas del humanismo, se mostraba inflexible en hacer que el joven siguiera sus pasos como presbítero de la Iglesia Ortodoxa.
La intelectualidad paterna contribuyó al desarrollo de la inteligencia del joven Tesla por medio de ejercicios que le fueron atribuidos desde la más tierna edad: análisis de formas de expresión, realización de cálculos mentales, memorización de frases largas, etc.
El autor revela que la repetición diaria de esas lecciones fortaleció su razón y memoria y lo ayudó a desarrollar su agudo sentido crítico.
Además, su madre era una inventora de primer orden. Tanto que habría logrado realizar grandes hechos si no hubiese vivido tan apartada de la vida moderna y de sus múltiples oportunidades.
Aunque vivió en un ambiente familiar relativamente propicio para el desarrollo intelectual y creativo, Tesla sufrió, durante su infancia, de una particular aflicción debido a la aparición de imágenes, a menudo acompañadas de fuertes destellos luminosos, que perjudicaban su visión de objetos reales e interferían en sus acciones y pensamientos.
Esto le causó una gran ansiedad e incomodidad. Ninguno de los estudiantes de fisiología o psicología que consultó pudo descifrar satisfactoriamente tales fenómenos. Él mismo formuló la teoría de que las imágenes eran el resultado de la acción refleja del cerebro, en la retina, bajo gran excitación.
Para superar este problema, Tesla desarrolló un método según el cual se concentraba en las imágenes que ya había visto a lo largo de su vida. El autor era sólo un adolescente y, por lo tanto, no había visto mucha cosa. Pasó a concentrarse en visualizar lugares, objetos y personas imaginarias.
Todas las noches, cuando estaba solo, comenzaba sus viajes: ver nuevos lugares, ciudades y países. En su imaginación, pasó a vivir en esos lugares, conocer personas y hacer amistades. Tesla repitió esta práctica hasta los 17 años, cuando sus pensamientos se volcaron seriamente a la invención.
A partir de entonces, observó, para su deleite, que era capaz de visualizar fácilmente. El autor no necesitaba experimentos, modelos o dibujos: podía imaginarlos en su mente como si fuesen reales.
De esta forma, pasó a desarrollar inconscientemente un nuevo método de materialización de ideas y conceptos inventivos, el cual era radicalmente opuesto al puramente experimental y mucho más eficiente y rápido.
En el segundo capítulo, el autor se centra en algunas de sus experiencias que, según él, podrían ser interesantes para los estudiantes de fisiología y psicología. Ese período de su vida tuvo un gran impacto en su posterior desarrollo mental.
Su primer relato remite al lector a una noche fría, en la cual las calles estaban resbaladizas debido a la lluvia que había caído recientemente y Tesla no conseguía encontrar ningún taxi.
Media cuadra atrás había otro hombre, evidentemente ansioso por encontrar un lugar para protegerse del frío y de la lluvia, que daba señales de volver pronto. De repente, el autor sintió que sus piernas subían al aire y, en el mismo instante, hubo un flash en su cerebro.
Sus nervios respondieron y sus músculos se contrajeron: giró 180 grados y cayó apoyado sobre sus manos. A continuación, retomó la caminata como si nada hubiera ocurrido cuando el extraño lo abordó, estupefacto, diciendo que, a no ser en gatos, nunca había presenciado tal maniobra.
Otro hecho que Tesla considera increíble es no haber aumentado o perdido ningún kilo, desde los 15 años, manteniendo su silueta idéntica por toda la vida. A lo largo de los años, entró en todo tipo de dificultades, habiendo sufrido innumerables peligros y lesiones físicas, de las cuales se libraba inexplicablemente.
Pasó por enfermedades terribles y se encontró con los más extraños percances. Al recordar esas situaciones, afirma estar convencido de que su supervivencia no fue completamente accidental, sino, obra del poder divino. Pues, en todas las instancias de peligro extremo, vislumbraba un flash de luz que lo libraba de la amenaza.
A Tesla le gustaban mucho los estudios matemáticos y, a menudo, recibía elogios por la velocidad de sus cálculos. Esto se debió, en gran medida, a su facilidad de visualizar las figuras y ejecutar las operaciones propuestas, no de manera intuitiva o visual, sino como en la vida real.
En el segundo año del secundario, el autor quedó obsesionado con la idea de producir movimiento continuo a través de la presión constante del aire. En realidad, las infinitas posibilidades de aplicación del vacío incendiaban su imaginación juvenil.
Se profundizó frenéticamente en el deseo de aprovechar esa energía inagotable. Sin embargo, por un largo tiempo estuvo tanteando en la oscuridad. Finalmente, sus esfuerzos se cristalizaron en un invento que le permitiría alcanzar lo que ningún otro mortal jamás había intentado.
Proyectó, en su mente, un cilindro con rotación libre en dos rodamientos y parcialmente rodeado por un canal rectangular que encajaba perfectamente.
El lado abierto del canal estaba envuelto por una partición de modo que el segmento cilíndrico en su interior se dividía en dos compartimentos enteramente separados por juntas deslizantes. Uno de los compartimentos era sellado mientras el otro permanecía abierto.
Fue construido en un modelo de madera y equipado con infinito cuidado y, cuando el autor aplicó la bomba de un lado y observó que había una tendencia a girar, quedó tan animado que deliraba de alegría.
Al final de cuentas, el vuelo mecánico era la única cosa que realmente quería realizar todos los días, se transportaba, en pensamiento, por el aire a regiones distantes, pero no conseguía entender cómo era posible hacerlo.
Ahora, tenía algo concreto: ¡una máquina voladora con nada más que un eje giratorio y un vacío de poder ilimitado!
Pasaron años para que Tesla finalmente entendiera que la presión atmosférica actuaba en ángulo recto con la superficie del cilindro y que una fuga causó el ligero esfuerzo rotativo que observó. Por más que este conocimiento haya sido gradual, le produjo un choque doloroso.
Ya adulto, por un tiempo, Tesla se entregó enteramente al intenso placer de imaginar máquinas e inventar nuevas formas. Fue un estado mental de felicidad tan completo como nunca había conocido. Sus ideas fluían a un ritmo ininterrumpido.
En el intervalo de sólo dos meses, Tesla desarrolló prácticamente todos los tipos de motores y mejoras en sistemas eléctricos que, hasta los días actuales, se identifican con su nombre. Fue, quizás, providencial que las necesidades prácticas de la existencia lo forzaran a una pausa de esa actividad altamente consumidora de la mente.
Después de trabajar en el Gabinete Central de Telégrafos del gobierno húngaro, fue invitado a ocupar un cargo en París, donde se impresionaría por su dinamismo y su esplendor multicultural.
A través de la Compañía Parisiense, consiguió el privilegio de desarrollar sus tan deseados reguladores automáticos. Tesla construyó un motor simple en un taller mecánico frente a la estación ferroviaria, habiendo encargado de París algunos materiales para ese fin.
La consumación del experimento fue, sin embargo, aplazada hasta el verano siguiente, cuando finalmente tuvo la satisfacción de ver funcionar la rotación efectuada por corrientes alternas de diferentes fases, y sin contactos deslizantes ni conmutador, ¡tal y como lo había concebido un año antes!
Sin embargo, la conflictiva situación política en Europa, sumada a la inventiva burocracia corporativa de la época, impidieron que los hechos y el intelecto de Tesla fueran debidamente valorados en el Viejo Continente. Este contexto facilitó su decisión de intentar suerte en los Estados Unidos de América, la tierra de las oportunidades, país en el cual un hombre de su genio podría, razonablemente, esperar hacer fama y fortuna.
Aunque, más que las promesas de un futuro dorado, el primer gran acontecimiento en tierras americanas fue su encuentro con el célebre Thomas Alva Edison.
El autor relata que se sorprendió con ese hombre que, sin ningún privilegio de nacimiento y formación científica, había realizado tanto. En pocas semanas, Tesla se ganaría la confianza de Edison.
Tiempo después, en 1887, Nikola creó la Compañía Eléctrica Tesla con instalaciones y laboratorios propios.
El sistema alternativo de transmisión de energía, la famosa corriente alterna de Tesla, vino a su mente cuando todos buscaban respuestas prácticas a cuestiones industriales verdaderamente urgentes.
Nuestro autor se mostraba perplejo con el hecho de que invenciones tan simples y bellas -como su turbina y su amplificador-, que poseían las características de un motor ideal, no se aplicaran de inmediato ni se compartieran sus beneficios con todas las personas.
El amplificador de transmisión fue el producto de múltiples trabajos que se extendieron a través de los años, teniendo como objetivo principal solucionar problemas que son mucho más relevantes para la humanidad que el mero desarrollo industrial.
Un día, mientras caminaba por las montañas, el autor buscó refugiarse de una tempestad que se acercaba. El cielo quedó cubierto de nubes pesadas, pero de alguna forma la lluvia fue pospuesta hasta que, repentinamente, hubo un resplandor de luz y, algunos momentos después, cayó un diluvio. Esta observación lo hizo pensar.
Se veía claramente que los dos fenómenos estaban íntimamente relacionados, como causa y efecto, y una breve reflexión lo llevó a la conclusión de que la energía eléctrica involucrada en la precipitación de la lluvia era insignificante, es decir, el rayo parecía funcionar como una especie de gatillo.
El insight de Tesla lo llevó a considerar la posibilidad de que producir efectos eléctricos con la calidad necesaria podría alterar profundamente todas las condiciones de vida en el planeta.
El sol eleva el agua de los océanos, por medio de la vaporización, y los vientos conducen esa masa a regiones distantes, donde permanece en un estado delicado de equilibrio.
Si pudiéramos perturbar este equilibrio cuándo y dónde deseáramos, sería posible una estupenda victoria sobre las fuerzas naturales: controlar el propio flujo de sustentación de la vida en la Tierra.
Sería posible irrigar desiertos áridos, crear ríos y lagos, además de suministrar energía en cantidades ilimitadas. En realidad, sería la forma más eficaz de aprovechar el sol para el uso humano. La consumación dependería, tan sólo, de nuestra capacidad de desarrollar fuerzas eléctricas del mismo orden de aquellas encontradas en la naturaleza.
En suma, la simple experiencia de observar una tempestad durante un paseo fue la gran inspiración de Tesla para la creación del amplificador y, también, para las posteriores mejoras de la corriente alterna.
Sin dudas existe una gran injusticia con relación a Nikola Tesla y el reconocimiento de su trabajo. Además de haber sido el verdadero responsable de los avances eléctricos en el mundo, muchas de sus invenciones son actualmente atribuidas a terceros.
Aunque, en los últimos años, se ha desarrollado un fuerte movimiento en pro de rescatar su importancia en la construcción de lo que hoy llamamos "vida moderna". ¡Después de todo, todavía hay cerca de 300 patentes a su nombre en diversos países del mundo!
Lee sobre la vida de otra personalidad excéntrica, esta vez una contemporánea, “Elon Musk”. Curiosamente, el magnate sudafricano es el actual CEO de Tesla Motors. Encuentra su biografía en nuestra app.
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Nikola Tesla (1856-1943) fue un inventor, ingeniero eléctrico, ingeniero mecánico y físico norteamericano de origen balcánico. Realizó varias invenciones en el campo del electromagnetismo que años más tarde contribuyeron al surgimiento de la Seg... (Lea mas)
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